2.4 – Pedología

Los suelos del Distrito Federal son relativamente planos, de profundidades, texturas y porosidades variadas y diferentes niveles de fertilidad. Tienen diferentes colores, que van desde el rojizo hasta el gris y el negro. Desde el punto de vista de la agricultura, los suelos del DF presentan baja fertilidad, siendo necesaria la corrección del suelo para el cultivo. Predominan los Ferralsols y los Cambisols.

Los Ferralsols ocupan alrededor del 60% del territorio y están compuestos por los Red Ferralsols (44%) y los Red-Yellow Ferralsols (16%). Se trata de suelos de color rojizo, muy erosionados, muy profundos, bien drenados, distróficos, ácidos y con contenidos de arcilla que varían entre el 15 y el 80%. Ocurren en áreas de topografía plana a suavemente ondulada.

Los Cambisols corresponden al 31% de la superficie del DF. Son suelos poco desarrollados, con minerales fácilmente intemperizables, asociados a relieves más cambiantes (ondulados y fuertemente ondulados). Generalmente, son suelos poco profundos, distróficos, con textura que va desde arcilla hasta arcilla-arenosa, y pueden presentar material de concreto y grava. Se recomienda su conservación debido a su posición en relieves muy cambiantes y a sus características físicas propensas a la erosión.

Otros suelos se encuentran en proporciones inferiores. Los suelos hidromórficos (Gleysols y Podzols) ocupan alrededor del 3% del DF, ubicados en depresiones sujetas a inundaciones. Los Nitisols corresponden al 4% del territorio, ocupando la parte inferior de las laderas cóncavas, donde, en general, el relieve es ondulado. Los Acrisols, Arenosols, Fluvisols y Plinthosols se encuentran en proporciones aún menores, ocupando alrededor del 2% del paisaje.